Por medio de la artroscopia de hombro se observa el interior de la articulación y el espacio subacromial entre el acromión y el
manguito rotador por medio del artroscopio y de un sistema de iluminación que está conectado a una cámara de vídeo miniatura y está unida a un monitor de televisión en color. El artroscopio se sitúa en el interior de la articulación por una incisión mínima;
uno o a veces varios pequeños orificios cutáneos pueden ser necesarios para introducir instrumentos finos en su interior. Durante todo el examen, la articulación está distendida
por suero fisiológico.